La belleza de la arquitectura, es individual y única para cada uno, pero según la sociedad y cultura, podemos apreciar un patrón similar. De hecho, según las épocas, la belleza también cambia; para los Babilonios eran los jardines, para los egipcios las pirámides, para la arquitectura gótica, las gárgolas. Además, aunque cada época se caracteriza por estar marcada por un único estilo artístico, a lo largo de la historia hemos podido constatar que los estilos se vuelven a usar al cabo de un tiempo, recreando los de alguna manera. Por ejemplo, en el siglo 19 se recuperaron muchas características del movimiento gótico. El clasicismo, propio del arte de la antigüedad, se recuperó en el Neoclasicismo entre los siglos 18 y 19.

 Sin embargo, desde la Segunda Guerra Mundial, la arquitectura sufrió una revolución muy importante, dejando de estar anclada en un solo movimiento, sino que los edificios son diferentes según el arquitecto. Además, desde la crisis de 2008, seguimos sufriendo algunas de sus consecuencias, por no hablar de la crisis actual, que magnifica aún más el miedo ya generalizado. Históricamente, los movimientos artísticos han marcado notablemente los proyectos arquitectónicos, dando como resultado un paisaje homogéneo. Y aunque actualmente haya una gran mezcla de estilos arquitectónicos en las ciudades, puede que en un futuro se vuelva a aprehender esta uniformidad de estilos. Para el futuro, creemos que en la arquitectura van a predominar las formas geométricas planas y simples.

El deshielo de los glaciares, el aumento de las temperaturas, la presencia de plásticos en los océanos, están causando un cambio climático más drástico que los anteriores, que se va a seguir magnificando a lo largo de los años. Se prevé una arquitectura sostenible, que use materiales de la naturaleza y que no sean tan contaminantes. Ecosistemas urbanísticos, energías renovables, fachadas vegetales y materiales sostenibles, son algunas de las opciones que ayudarían al planeta y nuestro estilo de vida futuro. 

Materiales diferentes y poco usados actualmente, podrían ser la clave para al menos reducir la contaminación. Los cementos bioluminiscentes, de día absorben la luz y de noche la proyecta, ahorrando consumo energético que reduce la contaminación. Descubrimientos tecno-científicos como las fachadas cinéticas y la pintura solar podrían actuar como paneles solares. 

La construcción consume el 50% de los recursos de la tierra, es por ello que es estrictamente necesario buscar métodos y materiales que sean más sostenibles. Los materiales sostenibles, son aquellos que se elaboran ahorrando productos energéticos, naturales o fabricados. 

Se está investigando el grafeno, que tiene mucha conductividad eléctrica. Además, es capaz de absorber la luz, por lo que se puede usar tanto como en las capas solares para incrementar la producción de electricidad, como en muros por su resistencia o dureza. 

En cuanto a los métodos de construcción, los drones, que poco a poco se usan cada vez más, serían muy útiles para hacer replanteos. Las impresoras 3D, ayudan a construir de manera rápida y más sostenible. Además, son más rápidas, se puede imprimir in situ y es más barato. Como desventaja, solo se puede construir una planta. 

Las casas prefabricadas, formadas por módulos de fábrica y de materiales como el hormigón, acero y madera, se presentan como una buena alternativa. En muchos países una gran parte de las casas son prefabricadas: en Suecia el 60%, en Austria el 30%, en Alemania el 25%. Son más sostenibles, rápidas de construir, el impacto ambiental es menor, hay menos conflictos laborales, mejora los materiales y la seguridad. Como desventajas, podríamos decir que las licencias y trámites son largos a elaborar, hay que poseer un terreno para construir sobre él y la legislación en cuanto a estas construcciones aún no está muy desarrollada, por lo que podrían suponer problemas. 

Descubrimientos tecnocientíficos, permiten el desarrollo de alternativas para la construcción, como la arquitectura robótica, la arquitectura con diseño bioclimático o los drones aplicados a la edificación. 

Aunque todo está muy integrado a la tecnología, a raíz de la pandemia, la importancia del lugar en el que vivimos se valora más que anteriormente. En espacios habitacionales, se busca que un solo espacio o habitación tenga muchas maneras de usarse según la función que se necesite. Habrá además muchas más terrazas, espacios abiertos, espacios públicos grandes y verdes, y sobre todo una gran relación entre el exterior y el interior.

La arquitectura sostenible, no tiene porqué ir siempre ligada a la tecnología. La relación con la naturaleza podría tomar una mayor importancia. Un ejemplo interesante es el de las casas subterráneas, que, tapadas por la naturaleza, ofrecen una mayor comodidad.  

Los jardines flotantes ideados por Studio Noach y Anne Holtrop entre otros, ofrecen un spa que se basa en el poliestireno reciclado, con muros y techos recubiertos de plantas y flores. Han sido diseñados para el lago cerca de Amsterdam, donde hay mucha agua fresca. Esta idea tan original, respira literalmente oxígeno. Es como una construcción de una piedra en el agua, mimetizándose con el paisaje tanto por fuera como por dentro. La vegetación ofrece hábitat a la fauna, las innovadoras técnicas ahorran energía, el agua de alrededor enfría y calienta cuando haga falta, lo que resulta mucho más eficiente que los sistemas de energía convencionales. Este proyecto ofrece la oportunidad de un desarrollo sustentable y con gran calidad de vida, tanto para nosotros humanos como para la vegetación y la fauna. 

La arquitectura dinámica que ha diseñado David Fisher, plantea construir rascacielos giratorios (Rotating Towers) en Dubai, en los que cada planta puede girar y orientarse según el gusto del propietario. Gracias a la instalación de múltiples aerogeneradores, podrían generar energía, siendo edificios productores de energía solar y eólica.